Pero es imposible hablar de Schoenberg y el atonalismo sin mencionar la pintura expresionista de Kokoschka, la poesía de Trakl, el cine de Murnau, la novela de Döblin. Igual que no se puede hablar de la delicada música de Debussy sin conocer la pintura de Monet, la poesía de Valery o Baudelaire...
Es sabido que el artista es por naturaleza curioso y que su curiosidad no termina donde acaba su arte. Siempre fue así, en todas la épocas ha habido incestuosas relaciones entre las musas hermanas. Pero en la época que nos ocupa, especialmente en dos grandes ciudades, Viena y París, el artista es un artista total y a la vez incompleto, pues su completud la encuentra en las otras artes, el pintor husmea con los oídos, el poeta mira con la nariz, el cineasta escucha con las manos atentas, palpa con los ojos el músico, todos cogen de aquí para poner allá, quitan de allá para poner aquí, cambian sonidos por colores, colores por palabras, palabras por acordes, acordes por metáforas, el artista es músico, es poeta, es pintor, es arquitecto, es cineasta. El artista es protéico, es mefistofélico, es en definitiva sinestésico.
La propuesta es sencilla, sumérgete en las vanguardias de finales del XIX y principios del XX, busca, lee, mira, escucha, relaciona un cuadro, con un texto, con una música. Pégalo artísticamente en una diapositiva. Luego nos lo cuentas en clase. He aquí el resultado:Sinestesia.1. f. Biol. Sensación secundaria o asociada que se produce en una parte del cuerpo a consecuencia de un estímulo aplicado en otra parte de él.
¡ Me encanta !
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